APRIETE EL BOTÓN Déle a la gente lo que tanto necesita y nadie más le está dando
Algo que nos pertenece por derecho propio,
algo verdaderamente personal e intransferible,
algo que nos hace únicos,
algo que es nuestro y sólo nuestro.
Algo que no podemos delegar ni traspasar,
algo que tampoco podemos donar, pero, a la vez,
algo que nadie nos puede robar, si nosotros así lo decidimos.
Es algo con lo que nacemos
y que está llamado a ser nuestro legado en la vida.
Atrévase a encontrar y a pulsar esa fibra en cada ser humano
que encuentre, y mejore su propio destino.
Apriete el botón le inspira a hacerlo a través del deseo más ardiente y quizás más insatisfecho, hoy, del alma humana: la necesidad de ser
reconocidos, de ser importantes, de ser admirados y de ser apreciados.
Recuerde que la vida es como un boomerang y que le devolverá
aquello que envíe.
¡Atrévase a poner su corazón en lo que hace!
¡Entréguese a la vida!
¡Comprométase con la vida!
¡Póngase, definitivamente, al servicio de la vida!
SÍNTESIS
Todos tenemos una fibra, un botón, una tecla...
Algo que nos pertenece por derecho propio,
algo verdaderamente personal e intransferible,
algo que nos hace únicos,
algo que es nuestro y sólo nuestro.
Algo que no podemos delegar ni traspasar,
algo que tampoco podemos donar, pero, a la vez,
algo que nadie nos puede robar, si nosotros así lo decidimos.
Es algo con lo que nacemos
y que está llamado a ser nuestro legado en la vida.
Atrévase a encontrar y a pulsar esa fibra en cada ser humano
que encuentre, y mejore su propio destino.
Apriete el botón le inspira a hacerlo a través del deseo más ardiente y quizás más insatisfecho, hoy, del alma humana: la necesidad de ser
reconocidos, de ser importantes, de ser admirados y de ser apreciados.
Recuerde que la vida es como un boomerang y que le devolverá
aquello que envíe.
¡Atrévase a poner su corazón en lo que hace!
¡Entréguese a la vida!
¡Comprométase con la vida!
¡Póngase, definitivamente, al servicio de la vida!
ÍNDICE
Introducción.- Las caricias del alma.- Las once características del reconocimiento: Ahora, que aún está a tiempo. Reconozca directamente sin mezclar lo positivo con lo negativo. Busque siempre y en todo lugar que el reconocimiento sea verdadero, auténtico y sincero. Sea generoso. Reconozca abundantemente. Reconozca en público. Detalle y especifique lo reconocido. Sea Concreto. Consiga que su reconocimiento sobreviva y perdure al paso del tiempo como algo visible, palpable y constatable. Hágalo desinteresadamente. Reconozca por el placer de reconocer y de compartir, sin esperar nada a cambio y sin creerse mejor por ello. No abuse de él, porque perderá toda su efectividad. El reconocimiento va siempre de fuera hacia dentro. Uno no puede reconocerse a sí mismo. Soprenda.- ¡Acción!.- Nada perdura, sino el cambio.- ¿Por qué no yo, ahora?